dijous, 4 de desembre del 2014

RELATO COLABORATIVO


En esta parte final del curso de Literatura castellana os propongo realizar una actividad creativa en grupo. 

Uno de vosotros iniciará una breve narración sobre la cual el resto de compañeros construirá una historia colectiva. 

Se trata de leer la historia y continuar el texto con vuestras propias palabras e ideas. Lo más importante es la originalidad y no debéis preocupados por la extensión, cada uno debe aportar su granito de arena. Eso sí, es importante que vuestro texto sea coherente respecto a la historia planteada.

Para ello debéis escribir vuestro fragmento en el cuadro de comentarios (clicando en responder) que tenéis justo debajo de la última entrada escrita por uno de vuestros compañeros. 

¡Ánimo y gracias por vuestra participación!

4 comentaris:

Anònim ha dit...

LA CATALANA

-Rubia sexy-
Escuchó María al pasar por al lado de un grupo de jóvenes que estaban charlando. Absorta en sus pensamientos, no hizo caso y con paso ligero continuó calle abajo. Llevaba todo el día buscando trabajo y nada de nada. Si cobrara un euro por cada vez que se han hecho el loco con la frase “ya te llamaremos” seguramente sería rica, se dijo.
A partir de que la licenciaran del ejército con deshonor, todo le había ido de mal en peor. ¡Maldito teniente! Si no hubiera sido por aquel baboso, aún estaría allí, pensó María con rencor. Echaba de menos a sus compañeros, los ejercicios de campo, incluso el hecho de ir uniformada.
Desde que tuvo uso de razón siempre había querido ser soldado y así fue. Recién cumplidos los dieciocho años se alistó en las fuerzas especiales y después de casi media década de servicio, el infortunio la cruzó con el Teniente García.
-El iluso imaginaba que me dejaría violar sin más, que cara puso cuando lo atravesé con el machete, recordó con satisfacción. Quizás hubiera tenido que dejarlo hacer y tragarme el orgullo, o al menos haberlo matado, se recriminó con amargura.
Como cada mañana María salió a correr, solía dedicarle al cuerpo tres horas diarias: una de cardio, una de musculación y una de ejercicios de lucha. Hasta ese momento el cuerpo había sido su principal herramienta de trabajo, lo tenía que mantener bien engrasado.
Al volver a Tortosa, María se instalo en Ferreries, su antiguo barrio. Alquiló un piso en la Torre, un edificio destartalado situado en la parte oeste del rio, justo al lado del antiguo puente ferroviario.
Convivía con Poca Broma un gato arisco y desgarbado. La primera vez que se toparon, el gato reivindicó con gran ferocidad que aquel lugar era su casa. A ella le hizo gracia la actitud del gato se vió reflejada en él y lo dejó en paz. Lo primero que pensó al encontrárselo cara a cara fue “poca broma con el gato” y así lo bautizo, al cabo de una semana la pareja ya eran amigos.
Al volver del entrenamiento matutino Poca Broma lo esperaba impaciente, en un santiamén preparó el almuerzo y, con gran avidez, ambos se atiborraron. Al terminar de comer, se conectó a internet y al revisar el correo ¡Sorpresa! Una empresa a la que había enviado un currículum meses antes, le respondía, adjuntándole el día y la hora de una entrevista en la sede central de Barcelona.

Samuel Fernández

Anònim ha dit...

Había llegado el día. María no había podido descansar bien durante la noche. Despues de tanto tiempo esperando una oportunidad se sentía insegura. Tomó un café y subió al tren que le podía llevar hacia un futuro mejor.
Durante las dos horas de trayecto imaginó cientos de veces posibles preguntas y respuestas. Recopilaba datos de su experiencia, de su formación. Se cuestionó por qué había elegido aquella indumentaria tan poco femenina. Nunca le había gustado llamar la atención, pero puede que esta vez hubiese sido útil.
Entre estos pensamientos llegó a la ciudad Condal. Un taxi la llevó hasta el lugar de la entrevista. Un lugar extraño en un polígono industrial a las afueras de la ciudad.
El responsable de la empresa se hizo esperar y con él la sorpresa.

-Buenos días. No hace falta que me presente ¿Verdad? ¿Me recuerdas? ¿No? Desabotonándose la camisa, le mostró una cicatriz en el lado izquierdo de su torso. ¿Y a ella?

María no podía creer lo que estaba viendo. Jamás lo hubiese imaginado. Aquel rostro, aquella cicatriz le revolvían las entrañas.

Joan Castellà. ha dit...

El teniente Garcia,que tal era la odiada persona que tenia delante suyo, con las palabras que le dijo después, sumó a su sorpresa e indignación la curiosidad.
-No, no no te preocupes y para que quede claro, yo también te odio. Pero en lo que pasó entre nosotros queda claro que sabes defenderte y que no te arredras y en estos momentos necesito alguien como tu que por un poco de dinero, que seguro que te hace falta, pueda cumplir una misión. Juzgó María que a pesar de todo no perdería na da con escuchar a aquella sabandija y se dispuso a hacerlo.

Anònim ha dit...

-Mira Rubia, el tema esta en que un podrido de pasta necesita un equipo de rescate,an secuestrado a su hijita querida, que andaba tonteando con una o eneje en el nuevo país islámico. necesito un tirador el que tenia callo en la ultima misión,tu eras la mejor de la compañía, ¿que me dices?
Maria escupió en gesto de rechazo y sin abrir boca se dirigió hacia la puerta.
-Rubia el Rafa esta en el grupo.
Esa información la freno en seco y después de unos segundos de duda le dijo.
-Acepto, pero como te acerques a menos de un metro de mi, esta vez te dejo tieso.
-Como me dices esto Rubia con lo que yo te quiero.
Le respondió García con una gran sonrisa burlona.